Disertaciones

Lucas Alamán, Disertaciones sobre la historia de la República Megicana

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Lucas Alamán

De nombre completo Lucas Alamán y Escalada, nació en la ciudad de Guanajuato, Guanajuato, el 18 de octubre de 1792. Fue descendiente de una de las familias de abolengo más ricas y conservadoras de esa región, los ancestros de su madre se remontaban al siglo XVI.

De temprana formación humanística y científica, inició sus estudios en el Colegio de la Purísima Concepción, para después trasladarse a la ciudad de México, en donde realizó una parte importante de sus estudios de Mineralogía en el Real Seminario de Minas, en el que obtuvo el título de perito en minas en 1814. Posteriormente partió hacia Europa; en España, Alemania, Suiza y Prusia profundizó sus estudios en explotación de minas. En la Universidad de Gottinga estudió el griego, mientras que en París lo hizo con la química y las ciencias naturales.

Todavía muy joven vivió el inicio del movimiento independentista, y le tocó atestiguar una de sus más dramáticas y significativas acciones: la toma de la Alhóndiga de Granaditas.

Otro hecho que influyó en su carácter fue que la guerra de independencia consumió buena parte de la riqueza familiar, que lo llevó a estar casi en la pobreza. Fue entonces cuando partió a estudiar a Europa.

[Doralicia Carmona Dávila en Memoria Política de México. https://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/ALA92.html]

1) Visión crítica de Lucas Alamán —mitos nacionalistas—

¿Anti independentista?

Alamán fue, sin duda, el ideólogo del conservadurismo mexicano en la primera mitad del siglo XIX y un autor de referencia para José Vasconcelos o Ezequiel A. Chávez (por mencionar solo dos ejemplos). Lucas Alamán -este es el primer mito- no era un enemigo declarado de la Independencia. Conoció a Miguel Hidalgo en persona y fue testigo de la toma de Guanajuato en 1810. Siempre se opuso con términos tajantes a la etapa insurgente de la Independencia, pero no a la Independencia en sí. Inició su carrera política en las Cortes de Cádiz en 1821. A su regreso a México, fungió como nuestro primer Ministro del Interior y Relaciones Exteriores. Luis Patiño nos lo presenta como un profundo admirador de la historia (a Alamán le debemos la fundación del Archivo General), solo que, para este conservador anti-insurgente, la historia no era un pesado lastre que había que sacudirse de encima, sino experiencia de la cual abrevar: cúmulo de aprendizaje, trayectoria e inercias que conferían un plan único de desarrollo a cada nación.

¿Conservadurismo estadounidense?

La visión hispanoamericanista de Lucas Alamán era diametralmente opuesta al liberalismo pro-estadounidense. Su reformismo político se apoya en las teorías de Edmund Burke, primer crítico de la Revolución francesa. Ambos autores compartían una concepción de la política como arte prudencial, en contra de la concepción ilustrada de política como la implementación innovadora de principios abstractos, metafísicos y pretendidamente universales. Consideraban a la innovación una especie de olvido del pasado, proponiendo en su lugar la mejora y la reforma de aquello que ha funcionado y que ha resistido los vaivenes del tiempo y de la fortuna.

¿Contra el cambio social?

El conservadurismo -este es otro mito- no se opone al cambio social a secas, sino al cambio social abrupto y destructivo. La igualdad absoluta en cuestiones políticas les parecía inviable y ajena a la realidad. Creían más bien en un equilibrio de poderes entre partes desiguales. Las teorías multiculturales reproducen actualmente esta crítica a la idea liberal de “ciudadano”: es una idea abstracta que implica una homologación forzada de grupos sociales distintos. Lucas Alamán, por consiguiente, no abjuró del Virreinato. Cortés aparece ante sus ojos como un unificador y un creador de instituciones eficaces y perdurables, ni más ni menos violento que sus predecesores aztecas o que los contemporáneos franceses de Alamán (los prisioneros condenados a galeras eran marcados con hierro ardiente).

[José Manuel Cuellar, Reseña crítica de “Patiño Palafox, L. A. J.. 2023. Lucas Alamán y la formación del conservadurismo mexicano en la primera mitad del siglo XIX. ., Universidad Autónoma de San Luis Potosí-Lambda Editorial, 257p”. En Tópicos, (México), No. 69; mayo/ago. 2024].

2) Sobre las disertaciones

[L]as Disertaciones son una obra historiográfica que, al tener como tema central la época colonial mexicana –con especial atención en la conquista militar y el proceso de institucionalización religiosa y administrativa–, cierra su narración con la de los hechos salientes de los últimos virreyes, sin entrar a estudiar la Revolución de Independencia la cual constituye, para su autor, el más trascendental acontecimiento de toda nuestra historia desde la Conquista. Y es que, según él, el libro que se comenta es una mera introducción a su trabajo más importante, la Historia de Méjico, en el cual ha de expresar su manera de comprender el movimiento separador de España y los primeros años de vida independiente del país.

Tomando como hecho central de la historia nacional la emancipación de la metrópoli hispana, Alamán divide todo el pasado mexicano, para su estudio, en dos periodos muy bien definidos: el que podría llamarse de “historia antigua”, anterior al año de 1808, tratado en las Disertaciones, y el de la “historia contemporánea”, analizado en la Historia, y el cual abarcaría todos los acontecimientos sucedidos en el país a partir de la referida fecha.

[Benjamín Flores Hernández, Del optimismo al pesimismo Las Disertaciones de Lucas Alamán: una interpretación sobre la nacionalidad mexicana. “IZTAPALAPA” 55 • AÑO 24 • PP. 171-201]

3) Historiografía de Alamán

La guía, el hilo conductor de todas ellas es la búsqueda por establecer el origen de la nación mexicana. Alamán lo encuentra en la hazaña de un hombre: la conquista de México por Hernán Cortés.

Alamán piensa que la historia por excelencia es la de los grandes acontecimientos, la de los grandes hombres. Son los hechos que han cambiado el destino de las naciones

Alamán, un hombre que anhelaba la continuidad, el orden, les destina infinidad de páginas a los momentos de ruptura. El primero en las Disertaciones y el segundo en la Historia. Pero creía que después del rompimiento debía surgir "otro orden de cosas... dando legitimidad y consistencia a lo que en un principio no era más que obra de la violencia y de la fuerza". 15 De ese nuevo orden -piensa- proviene todo lo que somos, el idioma, la religión, las costumbres. Enfatiza su propósito, que los mexicanos reconozcan la ejemplaridad de esta historia.

Para Alamán, la historia es como la genealogía de las naciones; hurga en aquello en que consiste la quintaesencia del ser, su origen, su prosapia. Si el origen es noble, se es noble, si es degradado se es degradado. Se puede decir que es una visión estamental de la historia, muy de acuerdo con su época y con su manera de ver la vida. 17 Recrea al México de su tiempo "como el hijo que en la madurez de la edad sale de la casa paterna para establecer una nueva familia"

[Enrique Plascencia de la Parra, Lucas Alamán en “Historiografía mexicana. Volumen III. El surgimiento de la historiografía nacional” Juan A. Ortega y Medina y Rosa Camelo (coordinación general) Virginia Guedea (coordinación del volumen III)].

Retrato de Lucas Alamán en la Enciclopedia Británica