Juan Ruiz de Alarcón

Presentamos, aquí, las cuatro obras más importantes de este autor.

1) Breve biografía de Ruiz de Alarcón

Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza nació, casi seguro, en la ciudad de México, en 1581. Fueron sus padres Pedro Ruiz de Alarcón y Leonor de Mendoza, radicados en la región minera de Taxco, al sur de la capital del reino de la Nueva España. Por lo que se sabe, en esta ciudad nacieron dos de sus otros hijos : Pedro y Gas par. Don Juan se inscribió, en 1592, en la Universidad de México. Cursó la asignatura de Cánones y también siguió las de Prima de Derecho y de Prima de Instituta. Hacia 1600 salió de la capital del virreinato para España. En la Universidad de Salamanca obtuvo el grado de bachiller en Cánones. En 1605 terminó sus estudios que le acreditan como licenciado en Leyes. En 1606 se instaló en Sevilla, bajo la protección de su pariente el padre Diego Ruiz de Montoya. En unión de varios amigos asistió y tomó parte en las fiestas literarias que tuvieron lugar en San Juan de Alfarache. En 1607 pretendió regresar a México, pero circunstancias de momento le estorbaron el viaje. No pudo salir de España sino hasta 1608. En México, en 1609, obtuvo la licenciatura en Leyes, lo cual confirma que no se le extendió diploma en Salamanca. No llegó a doctorarse, tal vez por falta de recursos económicos. Sin buen éxito pretendió varias veces la regencia de unas cátedras. En 1612, en ejercicio de su profesión, se encuentra en Veracruz. Por aquel entonces cubría. cuando menos, dos cargos: uno en el Cabildo y otro en la Audiencia de México. Sin causa conocida volvió a salir de México en 1613. En octubre del mismo año ya estaba instalado en Madrid. Sus obras comenzaron a representarse. Su originalidad, su tono, debieron llamar la atención en aquel medio ávido de curiosidad y de ingenio. Llegó así el año de 1625, en que obtuvo un puesto en el Consejo de Indias, el cual, al cabo de ocho años, se le otorgó en propiedad. Su situación era holgada; tenía coche, criados y gajes para pasar la Nochuebuena. Ambos nombramientos, evidente alivio para su hacienda, implican la edición de las dos partes de sus comedias. La primera es de 1628 y la segunda de 1634.

                                      [Biografía de la edición del FCE]

2) La comedia barroca y la comedia urbana.

ENTRE 1613 y 1626, años en que alcanza su pri1ner apogeo la compleja    tramoya social  de la comedia barroca, en que se asiste a la caída del duque de Lerma y a la ascensión del nuevo hon1bre fuerte del estado, el conde-duque de Olivares, o en que el beato Felipe III  deja lugar con su muerte al reinado de po1npa y gala de Felipe IV, aparece por Madrid, mitad eterno pretendiente de algún cargo o beneficio que le permita vivir con el decoro a que se cree justo candidato, mitad dramaturgo polémico y contertulio de Academia, don Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza.

[…]

Más de la mitad de las comedias de Alarcón pertenecen al género de comedia urbana, con enredo amoroso y lances de capa. y espada entre caballeros particulares, de la clase media urbana, en ciudades españolas y en época con­ temporánea. Dato que ilustra muy bien la especialización del' dramaturgo, poco interesado en comedias de tema ru­ral, en comedias palatinas, en comedias mitológicas, o en tantas otras variedades como ofrecía la teatralidad barroca. Pero no todas las comedias urbanas responden a una misma fórmula. El esquema de la comedia urbana de Alarcón evoluciona con el tiempo.

            [De la introducción de Planeta]

3) Las paredes oyen

PDF

Una de las comedias cumbres del teatro de Ruiz de Alarcón, se singulariza, "no sólo por las pinceladas maestras de los caracteres, por los rasgos de ingenio, por las situaciones cómicas que tan oportuna: mente se intercalan sin romper la unidad del asunto, por la desenvoltura del diálogo y la espontaneidad de la versificación; antes debiera proclamarse como preciosa perla del teatro español por ser iniciación de una tendencia moralizadora y modernizante que justifica en gran parte el juicio del distinguido crítico de la producción alarconiana señor Monner Sans, cuando dice:1 «no era el teatro, antes de la aparición en él del inspirado americano, escuela de costumbres; reflejaba las existentes sin pretender corregirlas: sólo en asuntos de la fe se encuentran graves ejemplos, no pocos fuera de la realidad de la vida». El atrevimiento y procacidad de los temas eróticos de los dramaturgos contemporáneos de Alarcón, la sobrada licencia de no pocas producciones parecen ahora disimuladas bajo un tamiz de intervención más claramente educativa de las facultades del espíritu, hasta llegar a dibujarse escuetamente la tesis moralizante de Las Paredes oyen, así como de otros productos literarios del propio ingenio".

[De la edición del FCE]

4) El semejante a sí mismo

PDF

… Alarcón […] quiso demostrar a lo cómico cómo un galán puede llegar a ser tan necio como un desposado. Y ningún lugar mejor para hacerlo que en el escenario de una comedia de enredo, donde, además, podía rendir tributo al gusto del cura porque en ese espacio ninguna experiencia resulta «costosa» para el galán principal, en este caso, Juan.

De entre todos los caballeros protagonistas del teatro alarconiano, el más disparatado es el del Semejante a sí mismo […]. es un galán torpe que involucra al resto de personajes en su propia peripecia. Todos arriesgan a sus parejas con tal de satisfacer la curiosidad del caballero, ya que la amistad -carísima para Alarcón- es «virtud divina» (I, pág. 112c), según el monólogo que Juan pronuncia para cerrar la introducción de la obra. Soneto-monólogo que debe considerarse elogio a la «santa amistad» (I, pág. 112c) que bautizaba a Anselmo y Lotario con el «dulce nombre como el de ser llamados los dos amigos».5 Aunque ya lo sabemos... Celos y amistad, y la tentación de transgredir esta última: móviles de los personajes de la novelita de Cervantes [el Quijote] y de la comedia de Alarcón.

[Lola Josa en su ensayo El semejante a sí mismo de Juan Ruiz de Alarcón: Un desafío cervantino]

5) Los pechos privilegiados

PDF

Los pechos privilegiados no es de las obras más características de Alarcón, lo cual no quita que sea de las más amenas. Aquí Alarcón anda más cerca de Lope que en La verdad sospechosa o en Las paredes oyen, por ejemplo. Basta considerar que hay dos monarcas en la obra, y que *'Jimena" usa aquí esa fabla arcaizante y artificial, que no es más que una invención “efectista” de los poetas; todo lo cual no conviene a la pureza del género típicamente alarconiano. La obra gira en tomo a los conflictos de la lealtad, cuando el monarca es injusto» En ella, como siempre, Alarcón acierta a salvar los principios, con belleza y decoro. Hay escenas pintorescas, como aquella en que el conde Melendo renuncia al vasallaje del rey de León.

[del prólogo de Alfonso Reyes a la edición de Calpe]

6) La verdad sospechosa

PDF

Como bien señala Juan María Marín, "enredo an1oroso, reflexión y enseñanza ... confom1an los pilares básicos que sostienen el edificio de La verdad sospechosa. En esta comedia el lector se encuentra —en apretada s1ntcsis del contenido— ante la figura de un segundón de familia noble (Don García), que regresa a Madrid. tras la muerte del hermano mayor. a instancias de su padre Don Beltrán. Recién llegado a la Corte, de la mano de su criado Tristán, se encuentra en la Platería con dos jóvenes damas: Jacinta y Lucrecia. La belleza de la primera deslumbra al joven. que acaba de venir de Salamanca, e intenta conquistarla con una suma de mentiras (se convierte en indiano enriquecido venido del Perú), pero por error cree que la mujer con la que habla se llama Lucrecía. Después se encuentra con don Juan de Sosa. amigo de la infancia y enamorado de Jacinta. que viene celoso pues el coche de ésta había sido visto la noche anterior en una fiesta celebrada en el Sotillo madrileño. Don García miente una vez más y describe la cena. que dice haber organizado allí. 

                                                                 [De la edición de Espasa-Calpe].

La tradición ha establecido una interpretación de esta comedia como el mejor ejemplo del concepto moral que predomina en la obra de Alarcón. Incluso algunos, como Henríquez Ureña y Alfonso Reyes, que buscaban puntos de apoyo para sostener sus teorías sobre la «mejicanidad» de nuestro autor, señalaban este aspecto (su estricto concepto moral de la vida) como prueba de su tesis, sin tener en cuenta que tanto Alarcón como sus contemporáneos del teatro madrileño tenían como base estética de su obra la necesidad de poner un espejo ante la sociedad para señalarle sus propios defectos'. Cierto es que don García tiene el vicio de mentir, y don Mendo, de Las paredes oyen, el vicio de la maledicencia. Pero en contraste con don Mendo, que se queda sin nadie al final de Las paredes... , don García [nuestro protagonista] es casado con una mujer que se describe como «la más bella» de las dos amigas, Jacinta y Lucrecia; Lucrecia es de mejor casa (Luna) y tiene más renta que su amiga; así es que el castigo de don García es, a mi parecer, menor, ya que ha visto a Jacinta una sola vez en su vida antes de llegar el momento de su matrimonio forzoso con Lucrecia (a quien vio en la misma ocasión).

                                                                 [De la edición del FCE]

7) Textos de estudio y apoyo, y bibliografía secundaria

  • Biografía de Juan Ruiz de Alarcón por Luis Fernández Guerra. PDF

  • “El derecho y sus colindancias en el teatro de Juan Ruiz de Alarcón”. PDF