Nuestra América

José Martí, Nuestra América

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Breve vida de Martí

José Julián Martí Pérez nació el 28 de enero de 1853 en La Habana, Cuba. Fue hijo de Marino Martí y Navarro, y Leonor Pérez y Cabrera. José Martí es considerado un héroe nacional que luchó por impulsar la revolución democrática y popular hacia la independencia de Cuba, Puerto Rico y las Antillas, así como por la libertad y reivindicación de derechos de los esclavos, trabajadores y de todos aquellos cuya dignidad fuera vulnerada. Martí también fue político, escritor, poeta y diplomático.

Martí ingresó a la Escuela Superior Municipal en 1865 y, posteriormente, al Colegio de San Carlos. Siendo aún muy joven se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos y, tras el inicio de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), comenzó su actividad revolucionaria: primero, publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo y, poco después, la revista La Patria Libre, en la que publicó su poema dramático “Abdala” […]

José Martí consideraba que, para ser libres, la educación del pueblo era fundamental, pues ésta les ayudaría a aprender a ser libres y aprender que la solidaridad es una garantía para la libertad. Martí señalaba que para defender los derechos, incluyendo la libertad, era necesario conocerlos y vivirlos. Asimismo, consideraba de fundamental importancia a la libertad de conciencia y la de expresión. La temprana sensibilidad social y política de Martí dio lugar a que asumiera, durante toda su vida, posturas reivindicadoras de los derechos de esclavos, indígenas, obreros, campesinos y, en general, de todos aquellos cuya dignidad humana les era vulnerada.

[José Martí Poeta, escritor, ideólogo y revolucionario cubano en https://www.cndh.org.mx/noticia/jose-marti-poeta-escritor-ideologo-y-revolucionario-cubano]

El ensayo, la búsqueda de una identidad

Las preocupaciones políticas de José Martí, manifiestas en su poema Dos Patrias, encuentran su más importante expresión en prosa en Nuestra América. En este ensayo, Martí insta a todos los hispanoamericanos a descubrir su propia esencia y autenticidad, abandonando su dependencia del pensamiento europeo y tomando conciencia de intereses expansionistas estadounidenses que se oponen a los suyos.

[https://www.sausd.us/cms/lib/CA01000471/Centricity/Domain/433/18_Nuestra%20America.pdf]

Acaso el ensayo más citado de José Martí, "Nuestra América" es, desde hace mucho, un clásico del pensamiento hispanoamericano. Tal proceso de canonización se ha acompañado de un modelo de lectura sin el que no pareciera concebible ya ese texto. Marcas distintivas de la misma, como el latinoamericanismo (no poco idealizado) y el antiimperialismo (sin matices), de los que el ensayo y su autor serían paladines o pioneros emblemáticos, han devenido, a fuerza de repetirse, marcos confirmadores de la misma.

[…]

Marca inconfundible de ensayo, en "Nuestra América" su autor, a la vez que busca develar (o propiciar la combinación que permita develar) "la clave de [ese] enigma hispano-americana" que no han podido descifrar ni "el libro europeo" ni "el libro yankee" por los que otros se han guiado, explora (ensaya) la forma adecuada a la expresión de ese develamiento […]. La singularidad del objeto exige, para su (re-)presentación cabal, de la singularidad del lenguaje con el que se le construye/explora. De manera análoga a como no es posible "regir pueblos originales" (p. 14) sin originalidad, según lo declara ahí el sujeto ensayístico, pensar/representar ese objeto como le corresponde no es posible sin un lenguaje de proporcional singularidad.

La unidad hispanoamericana que él propone discrepa en motivos, métodos y funciones de la unidad hispanoamericana estimulada por Estados Unidos desde foros como el Congreso Internacional Americano efectuado en Washington durante varios meses entre 1889 y 1890. Por otros documentos de esas fechas, como sus cartas a determinados amigos o su correspondencia periodística con La Nación de Buenos Aires, pueden seguirse sus temores y sobresaltos por la actuación que pudieran tener las delegaciones de los países latinoamericanos ante las pretensiones embozadas del gobierno del país anfitrión.

[Osmar Sánchez Aguilera en "Nuestra América", Vindicación del ensayo. Actas XV Congreso AIH (Vol. IV).]

Educación e identidad

[E]s importante destacar que el pensamiento martiano sobre América Latina cumple una importante tarea metodológica para iniciar el conocimiento de lo que nos identifica y lo que nos integra y diferencia a los pueblos latinoamericanos en dos grandes percepciones: la primera, la que emana del conocimiento de la situación del indígena y de las formas de gobierno en las repúblicas latinoamericanas que, preservando algunos rasgos de las viejas instituciones coloniales, tendieron a la copia e imitación de formas procedentes de países con una historia, una cultura y una composición social diferentes que, en mucho, José Martí considera como una de las causas del atraso y la subordinación latinoamericanas que se padecía con respecto al desarrollo del capitalismo central. La segunda percepción se relaciona, de manera significativa y central, con la esfera de la educación, pero una educación propia basada y enseñada a partir de nuestras raíces y necesidades particulares, vista por Martí, como el gran reto y derrotero para reducir las enormes desigualdades culturales, sociales y económicas entre las naciones latinoamericanas recientemente independizadas y el alcanzado en los países dominantes del capitalismo.

[Samuel Sosa Fuentes en Las ideas de José Martí sobre la identidad y otredad indígena de nuestra América en el siglo XXI, en “José Martí y Nuestra América” (Coord. Adalberto Santana), UNAM]